
jueves, 28 de julio de 2011

miércoles, 20 de julio de 2011
Martin Miller Westbourne

En opinión de algunos expertos, la más fresca, compleja e inquietante de las ginebras. Destilada con el considerado como el Rolls Royce de los alambiques, formado por dos piezas de cobre macizas fabricadas en 1903 por el mejor artesano de la época: John Dore & Co. Otra de las claves es que solo se aprovecha el
corazón de la segunda destilación, algo hasta ese momento único en el mundo de las ginebras y este destilado puro sin diluir viaja hasta Islandia donde es mezclada con el agua desmineralizada más pura del mundo, el agua de glaciar.
Como resultado de todo esto sale una ginebra con una mezcla de aromas dulces y florales y un sabor entre cítrico, floral y especiado respetando el sabor a enebro y el sabor a ginebra de toda la vida.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)