Ya Alejandro Dumas, en
su libro El Conde de Monte Cristo nos hablaba de las naranjas de Mallorca para
referirse al lujo.
Así que, aprovechando mi
estancia veraniega en Mallorca y junto con mi amigo el R.R.P.P. mallorquín
Tommy Ferragut me dirigí a las bodegas SUAU para ver que me podían contar sobre
una ginebra que habían creado, que entre otros ingredientes, contaba con piel
de estas naranjas mallorquinas, concretamente naranjas de Soller
Allí nos estaba
esperando David Alvarez, Director Comercial y miembro de la familia propietaria
desde 1990 de las Bodegas SUAU, y junto a él nos sumergimos en el ambiente de
las cavas de brandy, que es el producto estrella de esta bodega familiar. Allí,
envueltos en una atmosfera de “solera” y “crianza” nos contó la historia de
SUAU, de cómo el Capitán Suau
propietario de una empresa de licores en Cuba y Comandante de un barco llamado
“el mallorquín”, en uno de sus viajes recaló en Mallorca, y se enamoró de una
mallorquina, y de cómo la familia de ésta, vinculada también al mundo de los
licores, advirtió al capitán Suau que si quería desposar a su hija, debería
dejar sus negocios al otro lado del atlántico, ya que ellos no querían
separarse de su hija. Así que ni corto ni perezoso, el Capitán Suau embarcó
absolutamente toda su destilería de ron, botas, barriles, alambiques y se
afincó en Mallorca allá por 1851, de ahí el nombre del brandy 1851. Y de ahí el
barco de vapor que tiene grabada la botella de SUAU gin.
Bueno, puestos ya en
antecedentes históricos, vamos a hablar de la ginebra, que es lo nuestro.

Aunque la SUAU es una
London Dry Gin de muy reciente aparición, julio de 2011 concretamente, su
receta está basada en una fórmula magistral que ya usaron hace más de 50 años,
solo que para esta nueva ginebra, buscando una calidad Premium ha sido mejorada.
La han mejorado con ingredientes de primera, como son la piel de limón y
naranja de Soller, almendras amargas de la tramuntana mallorquina, cilantro,
raíz de iris, raíz de angélica de Bélgica, raíz de regalíz y claro está bayas
de enebro que por eso es ginebra. También cambian de esta antigua receta el
número de destilaciones, en la original eran dos, y en esta es destilado cuatro
veces en alambiques de cobre británicos.
El resultado es un
producto con un aroma suave y armonioso, que en boca, después de un pequeño
impacto alcohólico debido a sus 43 grados nos abre su corazón mallorquín mostrándonos
unos toques cítricos y amargos muy equilibrados dentro de una textura muy sedosa.
Adra2